mallorca es así también

Ya soy pensionista y sigo buscando caminos para expresarme, como durante toda mi vida. Ahora tengo una gran ventaja: más tiempo y más libertad. Lo mio es la naturaleza a la que tengo un tremendo respeto, este dónde este.
Desde hace más de cincuenta años soy Mallorquina venida de Alemania. En estos años he visto como hemos transformado esta isla tremendamente y sin piedad. Aun así sigue siendo una verdadera joya y quedan muchos sitios dónde la naturaleza aún está intacta.
Son estos sitios, tanto en la costa como en el interior de Mallorca, los que más me atraen. Con los años que disfruto de esta isla y su preciosa naturaleza, aún le encuentro algo nuevo cada día. A veces es un paisaje que me asombra, a veces una flor en el camino que me cautiva y muchas veces se trata de cositas diminutas, que me dicen lo mucho que aún me queda por ver.
Despues de empujoncitos que me dieron algunos amigos para que muestre mis fotografías, me atrevo a iniciar un blog. El objetivo es dar a conocer mis imagenes a las personas a quienes les apetezca.


lunes, 26 de agosto de 2013

Petrea volubilis - historia de un amor

Hace muchos años cuando vi por primera vez la Petrea volubilis en flor.
Era en el Jardín Botánico de Sollér y era algo así como amor a primera vista.

No era fácil conseguir una planta, ya que en Mallorca aun son bastante raras.
Mi amigo Matéu tenía una muy bonita y me regaló semillas. No he conseguido hacerlas germinar.

Al fin, hace tres años mi hijo me envió una, que había comprado en un vivero en Málaga.
El plantó otra igual en el jardincito delante su casa en El Rincón.

Planté mi Petrea con mucha ilusión.
Desde luego en nuestro clima crece muy lento.
Protegía la planta en invierno contra las heladas ocasionales y le proporcioné una ligera sombra para aliviarla del máximo sol del verano.
He mimado la planta y estuve hasta ahora esperando cada verano las flores con ansiedad.
La de mi hijo les florecía ya desde un principio varias veces durante los tres años.

A principios de junio pasado descubrí en la axila de una de las hojas de mi Petrea un “pincelito” verde y pensé que sería el principio de una flor.
Estuve observando, casi se puede decir hipnotizando este detallito durante más de dos meses y nada...

Le pedí a mi familia malagueña que me trajesen otra Petrea para poner la al lado mismo de la mía. Les dije que mi planta se encontraba sola y extraña en mi jardín y a lo mejor  necesitaba compañía.

Mis malagueños llegaron el día ocho de agosto para estar con nosotros durante dos semanas.
El mismo día de su llegada a última hora de la tarde planté la nueva Petrea justo al lado de la otra.

Al tercer día me parecía que el “pincelito” se había engordado y en tres días más se podía ver ya claramente la formación de capullos.
Al mismo tiempo iban creciendo algunos mas y a los diez días de haber plantado la compañera a mi Petrea está ya estaba en plena floración.


Y mi familia y yo alucinando…

foto del 14.8.

fotos del 19.8.



fotos del 25.8.








1 comentario:

Erelea dijo...

Nunca había oído de una planta que necesite compañía para florecer. :-o